A unos tres kilómetros de Palomera, en el paraje del Ojo, nos encontramos con el nacimiento de nuestro río Huécar, que nutre al pueblo de agua para regar las huertas, nos regala unas zonas de baño para refrescarnos en verano y nos da el agua que bebemos. Tiene una extensión de unos quince kilómetros y sus aguas desembocan en el río Júcar, a su paso por Cuenca capital, formando la Hoz del Huécar, sobre la que se situan las Casas Colgadas y el Puente de San Pablo.

Nacimiento del río Huécar

Da gusto ir a su encuentro andando, en la parte baja del valle, rodeados de vegetación y disfrutar del espectáculo de verlo manar entre las piedras y agacharse a beber su agua fresca. ¿Os venís hasta Palomera a conocerlo?